No Me Moveré

Hay tiempos de de un momento a otro las cosas se ponen muy mal, el trabajo, la familia, las finanzas tu vida, todo se desordena, y nos da miedo de perderlo todo, pero viene el Señor con su enorme misericordia, y nos mira con dulzura en su rostro y se sonríe a si mismo, y nos toca el corazón, cuando eso pasa, ya nosotros podemos entender que sera para nuestro bien.


Comprendemos que así el cielo y la tierra se desmoronen, nuestro mundo se valla al suelo, perdamos todos, No me moveré, porque El es mi roca fuerte, y en El debo confiar, porque nuestro Dios es fiel y cumple sus promesas, entender que aunque veamos alrededor de nosotros miseria, maldición, muerte, solo cosas malas que suceden, saber que Dios nos rodea con sus brazos y nos protege y nos levanta su mirada, Oh Padre Celestial! cuan bello y dulce eres! Y así lo dice el Salmo 3.

Somos escogidos para un propósito especial, y hemos aceptado al Señor como nuestro único Dios en nuestros corazones, El es la roca fuerte, aunque pensemos que es arena, El nos exalta y nos ama, nos pasa por un proceso de "exfoliación" para pulir las asperezas de nuestro corazón, porque si somos hijos de un Rey que no es de este mundo, entonces, para que querer lo que el mundo nos ofrece? Son solo vanalidades de la carne, momentáneos, vacías que no edifican nuestro ser, pero todo es una trampa, porque sabemos que Satanás nos ataca solo con permiso de Dios, para arruinarnos, el pone sus ojos en aquellos que somos instrumentos celestiales, y muchas veces nos ataca en nuestro punto mas débil, pero según la ciencia de la física, ese punto es muchas veces el mas fuerte, y sabemos que Dios lo usara para fortalecernos mas y mas, por eso, pongamos todo en las manos de El, así lo dijo David: "Prefiero estar en las manos del Señor (que por cierto duele mucho mas, pero El es amor, y ese dolor pasara) que en las manos del hombre (quien siempre nos decepcionara y lastimara permanentemente nuestro corazón)"

Una vez que entregas todo al Señor y te despojas poco a poco del "Yo" entonces en la adversidad tu mirada siempre estará puesta en Dios, entonces sentirás la firmeza de la roca del Padre Celestial, y siempre saldrás adelante, victorioso, como en una batalla los soldados, quienes primero son heridos y ganan la guerra, y ya después viene ese momento donde finalmente descansan y son sanados de sus heridas, pues así es Dios con nosotros.. Así que No me moveré..